Este proyecto está dedicado a todas las personas que, cada día, son asesinadas o pierden su territorio en defensa de la vida.
La «Bruja» o la “brujería”, que en los últimos años se han convertido en fenómenos de moda, forman parte de un proceso de lavado/blanqueamiento con tendencia homogeneizadora y de fácil comercialización, mientras continúa la caza de brujas. Esta caza representa la violencia feroz dirigida contra las poblaciones indígenas, lxs líderesx sociales y lxs campesinxs que defienden sus ecosistemas. Sus formas de vida se oponen al extractivismo y a la uniformización del mundo.
Quien desee asistir a esta videoinstalación coreográfica recibirá una fumigación genital y una dosis de Crema para volar. La idea es recordarnos que aún no hemos sido completamente blanqueados, y que el espejo de obsidiana frente a nuestros genitales sigue ofreciendo una imagen de lo que resiste al genocidio.
Coreografía para unx espectadorx, instalación video, cabina de tela, plataforma giratoria, mobiliario de cobre, refrigerador, espejo de obsidiana, mezcla de plantas para quemar y preparación de crema para volar.
Este dispositivo de placer transespecie en el espacio público se propone como un experimento político que integra e implica al cuerpo en los procesos de vida, creación y pensamiento, y que potencialmente puede evolucionar hacia gestos encarnados de resistencia contra las políticas de la muerte.
Música: Marco Antonio Suárez Cifuentes Iluminación: Jean Marc Chomaz Asistencia general: Viviane Ravier Asistencia técnica: Antoine Garcia - LadHyX Vídeo, concepto y dirección: aniara rodado Crema para volar y mezcla de hierbas: aniara rodado, Société Genialis