Crema para volar

Performance

Creación 2024-2025

Prèmiere octubre 2024 Marsella, Francia

En esta performance, recreamos el vuelo de las disidencias y contamos una historia de plantas, trance, conocimientos fisiológicos, ecológicos, botánicos y químicos. Una vieja historia de plantas viajeras, anterior al fatídico 1492. Atravesar el espejo de obsidiana y, en la oscuridad, ver brillar colores, placeres y conocimientos en el centro de nuestros cuerpos, donde siguen intentando destruirnos.

Esta pieza es una celebración, un trance para levantar el silencio que patologiza nuestro placer y recordar que no puede haber alegría, ni conocimiento sin relaciones inter-especies.

El ungüento de brujas, a menudo citado en los juicios europeos por brujería, era un preparado de plantas que se aplicaba sobre la piel y/o las mucosas del recto o la vagina para inducir estados alterados de conciencia. Al igual que la ayahuasca en la Amazonía, también permitía construir mundos con las plantas.

En el actual debate científico sobre este ungüento, varios autores desacreditan la existencia de culturas chamánicas precristianas con plantas psicotrópicas en la Europa del siglo XV. Historiadores y botánicos afirman que la Datura, originaria de América y utilizada en muchas recetas de ungüentos, no pudo haberse usado en Europa antes de la colonización de Abya Yala.

El nombre Datura procede del sánscrito dhatūra, y su flor se asocia con Shiva. Fuentes indias, árabes, persas y andalusíes confirman la hipótesis de que esta planta llegó a otros continentes antes de la colonización. Sin embargo, el mundo académico parece tener dificultades para llevar a cabo investigaciones interdisciplinares utilizando fuentes no eurocéntricas. El hecho de que no exista una continuidad ritual para el uso de estas plantas en la cultura europea contemporánea no confirma la ausencia de estas prácticas, sino que abre un campo por reconstruir, plagado de tabúes, silencios, secretos y producción de ignorancia.

Música: Sigolène Valax Vídeo, animación en directo y asistencia general: Camille Olympie Iluminación y pantallas de fluidos: Jean Marc Chomaz Fabricación de objetos de vidrio: Jean-Michel Wierniezky Vídeo, instalación, concepto y coreografía: aniara rodado Crema para volar: aniara rodado, Société Genialis

Précédent
Précédent

Coca para comer

Suivant
Suivant

Crema para volar- instalación